martes, 3 de junio de 2014

Historia Corta Número 5: Incomprensión.(Parte 1)

¿De verdad has sentido el sufrimiento? Porque yo lo siento cada día,y no tiene nada que ver con el tuyo...
Me llamo Xandra, y esta es mi historia. No tiene nada que ver con ángeles ni futuros desgraciados. Creo que los que sufrimos...también necesitamos algo de protagonismo, por una vez.
No sé en cual de los sitios es peor estar. Si en el instituto o en casa.
Todo empezó cuando la Sra. Lois, la profesora de Historia, preguntó, a principio de curso, sobre temas anterior a nuestro curso, cosas que ninguno acordaba tras el verano.
Sé que no soy una chica normal, soy capaz de recordar cualquier cosa, cualquier número, cualquiera lección.
Y yo, me acordaba.
Levanté la mano como si fuera lo último que hiciese. Y respondí las preguntas, una a una.
Eso hizo que me ganara el respeto y la confianza de los profesores. Pero no tanto de las chicas de mi clase. Todos fueron ganándo hostilidad hacia mí...¿quién quiere ser amigo de una chica que lo recuerda todo?
Yo suponía que no pasaba nada, mientras no me hicieran nada, podía seguir feliz. Me basta con Cassandra, mi vecina, esa era una amiga de verdad.
Pero las distancias hacia mí cambiaron, y las chicas y los chicos se me acercaban, pero para nada bueno.
Todo eran insultos de chicas, miradas de asco por los pasillos, pelotazos en la cara en los recreos...todo se iba acumulando, y me deshidatraba de tanto llorar.
Pensé en dejar de ir, pero era la única forma de aprender, para dedicarme a ser enfermera, fuera de la ciudad, olvidandolo todo, y abandonar a mi familia.
Esa era la otra parte.
Atravieso el jardín con lentitud, me pregunto qué me encontraré ahora...algo nuevo...o quizá lo de siempre.
Veo a Lion, mi labrador, el único fiel de la familia, correr hacia mi, pero cuando está casi a mi lado, la cadena por la que está amarrado le da un tirón. La cadena no da más de sí, y soy yo la que se acerca, para que no se haga daño en el cuello.
Es el único ser vivo, que se rompería el cuello por mi...suena doloroso...pero es la verdad.
Abro la puerta con las llaves que cuelgan de mi llavero con una fresa, me lo regaló Cassandra por mi cumple hace dos años, eso y una camiseta.
-Hola, ya estoy en casa.
Cerré la puerta y subí las escaleras. Eran viejas y chirriaban, pero seguí subiendo con rapidez.
-NIÑATA, NO SUBAS TAN RÁPIDO, ME MOLESTAN LOS RUIDOS.
Mi tío Mike, vivo con él y con su novia Rowie. Mis padres murieron en un accidente de coche, y mi tío, mi única familia (excepto la abuela, que no tiene suficiente dinero para mantenerme), me adoptó. Trabaja de mecánico y arregla tuberías del barrio, pero sólo sé una cosa, no le importo nada. Sigo subiendo las escaleras rápidas, para joderle.
-¡Como vuelvas a hacer ese ruido te las verás conmigo!¡Ayer me recogí tarde de fiesta, joder!
-Pues fuma menos porros y trabaja más-le contesto gritando-. ¡I-M-B-É-C-I-L!
Le contesto la última frase a grito pelado.
Noto como se levanta del sofá del piso de abajo y empieza a subir las escaleras rápido. Corro, corro más que él y me meto en mi habitación corriendo. Cierro con pestillo y le hablo.
-¿Ahora qué?
-Xandra...abre ahora mismo o...
-¿O qué?
-O te quedas sin comer.
-Uy, menudo castigo, para comer las mierdas que haces tú, gracias por el castigo de verdad.
NO soporto al tío Mike, siempre se está quejando con el dinero, y que soy yo la culpable de sus derramas. Lo único en lo que se tiene que gastar dinero en mí es para comer, porque lo demás...la ropa me la compra la abuela, con el poco dinero que tiene la pobre. Los libros que me leo me los deja Cassandra. El material escolar siempre ha sido un poco difícil de conseguir, pero los libros de texto me los dejan las chicas de un curso superior, y los bolis me los compro baratos con un poco de dinero que me da la abuela.
Él vuelve al piso de abajo. Rowie estará trabajando a estas horas, esa sí que pasa de mí, creo que ni siquiera me ha mirado a la cara los cinco años que lleva viviendo aquí. Es anormal, no lo puede remediar la pobre. Se ve que el vodka le ha afectado demasiado al cerebro. Qué asco de familia, os lo juro.
Me acuesto en la cama, y cojo el libro que me ha dejado Cassandra. Buenos días, princesa se titula. ¡Está superchulo! Quién pudiera ser Valeria, la protagonista del libro, tiene problemas, como yo, pero un novio que la ama y que hace por ella lo que no está escrito. Luego está César, su otro pretendiente, ella pasa de él, aunque en el fondo, siente un cariño especial por el chico.
Ojalá yo tuviera una vida así, en un grupo de amigos donde cada uno se apoya al otro. Es la hora de comer, y oigo a tío Mike poniendo la mesa, para él solo. Que le den por culo. A la vez, oigo que está hablado por teléfono con alguien.
-No, la chica no verá nada-le dice, una pausa y continúa-...está metida en su cuarto, no se fijará en nada-otra pausa-...de verdad, podemos esconderlo aquí, mientras pensamos en lo que hacemos-tras una larga espera, vuelve a hablar-...nos equivocamos Gabe, fue un accidente, si lo escondemos bien, nadie se percatará de su ausencia-dice-...sí, a media noche aquí, lo podremos esconder en el desván, nadie ojea por ahí, luego decidiremos qué hacemos con él, lo más seguro es enterrarlo.
No sé de que hablan, pero suena perverso.
Solo sé una cosa.
Esta noche, voy a descubrir lo que trama el tío Mike.


Diez de la noche:


Sólo quedan dos horas. He estudiado y he hecho los deberes, después, para hacer tiempo, he leído el libro, el final es desconcertante y te deja con ganas de más, le pediré a Cassandra el segundo...No sonrías que me enamoro, creo que se llama. Eli me caía muy bien al principio pero ahora...no sé que esperarme de ella, tendré que leerme los siguientes libros.
No he salido en toda la tarde de mi habitación, pero puedo oír a Mike dando vueltas por toda la casa. Yo, casualmente, suelo acostarme a las diez y cuarto,  por eso, a esa hora me dice por detrás de la puerta:
-Niña-dice tocando con los nudillos el marco de la puerta-, ¿estás dormida?
Hago un bostezo falso, y le digo, con voz cansada:
-Llevo media hora dormida, mañana tengo examen y quería irme pronto a dormir, no me molestes más-le miento.
¡Conseguido!
Se lo ha tragado entero, él es así. Se va, y baja de nuevo las escaleras. ¿Qué tramará esta vez? Espero que no ocurra como pasó hace dos años. Él estaba haciendo tráfico de drogas, y lo detuvieron. Pasó seis meses en prisión, y yo, tan a gusto en la casa de la abuela. Sé que esta vez es algo gordo, y que no se detendrá en conseguir ser inocente.
Diez minutos antes de las doce, una voz suena en el piso de bajo, es la de Gabe, un amigo de Mike, y la persona con la que estaba hablando hace unas horas. No se dicen ni una docena de palabras, cuando oigo arrastrar algo por las escaleras. Los oigo suspirar, por ejercer mucho peso, parece que están subiendo algo, lo que querían esconder.
Corro el pestillo y me asomo un poco a la puerta. Y lo veo.
Transportan algo largo, y envuelto en una sábana, por mucho que fuerce la vista, no logro ver nada, por fin, Gabe tira demasiado de un lado, y se desenvuelve un poco la sabana. Y veo un brazo caer. Es eso. Un cadáver.
Se me escapa un gemido  Mike, lo escucha, se gira hacia mí y pone una cara que no sé expresar muy bien, puede que enfado, puede que frustración, puede que miedo.
Deja el cadáver en el suelo, y corre hacia mi habitación. De nuevo soy más rápida que él y cierro el pestillo antes de que empuje la puerta.
-Métete en tus cosas, niñita.
Me meto en la cama, intento cerrar los ojos, pero no puedo pegar ojo, no, tendré que estar alerta.


Un vaso se rompe en el piso de abajo.
-¿Que habéis hecho qué?-oigo que dice Rowie-¿Qué vais a hacer con la niña?
Son las cinco de la madrugada, piensan que puede que esté dormida, pero los escucho, y temo por su respuesta.
-Lo ha visto todo, la única solución que queda es...acabar con ella.
La respiración se me para.
¿Qué hago?¿Me chivo a la policía?Si hago eso, Mike tendrá una larga condena, y mi custodia pasará a la abuela, que casi está en la ruina. Si hago eso, mi abuela y yo acabaremos en la pobreza. Respiro entrecortadamente. Solo me queda una solución. Cojo una mochila del armario y meto la suficiente ropa para pasar el invierno. Cojo mi anorak rojo y me lo pongo. Me recojo el pelo en una coleta y me asomo a la ventana. Está alto, pero descendiendo con delicadeza puedo llegar a tierra firme sin ningún daño.
Bajo, con delicadeza, y me hago ampollas en las manos. Y salgo corriendo, pero vuelvo, a coger una de las cosas más importantes de mi vida.
Desato a Lion y me sigue, el león de mi vida.
Y ahora sí, corro, hacia el bosque que hay a dos manzanas de aquí, podré ir a alguna ciudad cercana y decidir qué hago. Lo primero, esconderse en las profundidades del frondoso bosque. Después, a vivir.
No me giro para ver mi hogar, ni para ver la casa de Cassandra, porque si pienso eso, creo que pasará como la leyenda de Sodoma y Gomorra, las dos ciudades destruidas.
Sigo, sin detenerme.
Sigo, a la libertad.
Sigo, a la salvación.
Me llamo Xandra, y soy, como en los libros de Blue Jeans, una Incomprendida.
Mi vida entre palabras.



3 comentarios:

  1. amigo esta muy buena la historia, ya quiero leer la segunda parte, eres de lo mejor =)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, pronto subiré la segunda parte, de verdad gracias.

      Eliminar